Comenzamos con la oportuna crítica de Álex Grijelmo al uso de expresiones del tipo De cero a seis años que tanto se escuchan, particularmente en el lenguaje oficial. Como bien explica el periodista de El País, cero es indicador de ausencia, por lo que quien tiene cero años no tiene edad, luego no ha nacido. Más sorprendente resulta la proliferación de ese dislate cuando evitarlo es tan simple como recurrir a la preposición “hasta”.
Pasamos al Martes Neológico, donde Santiago Alcoba Rueda trató sobre patronaje. Una voz ausente del Diccionario por el principio lexicográfico de exclusión de palabras derivadas que tienen un sentido que conjuga estrictamente los de sus formantes.
Pero en el caso de patronaje resulta que la acepción más extendida, que es la del ámbito de la costura, se solapa con otras menos frecuentes relacionadas con el mando, ya sea de una embarcación o, por extensión, de otros ámbitos. Quede para lingüistas si ello justifica una excepción al principio anteriormente mencionado.
Aprovechamos para recordar unas escenas de patronaje, acepción costurera, incluidas en el Pareo de portadas de la revista The New Yorker (71ª septena).
Itziar Hernández Rodilla publicó en El Trujamán «Cunnilingus made history». Unas consideraciones traductorias sobre la adaptación de algunos curiosos eufemismos de la lengua inglesa: Diving for pearls (pescar perlas, 1927), Impersonating Stalin (imitar a Stalin, 1940), Sneezing in the cabbage (estornudar en el repollo, 1941), Growling at the badger (gruñirle al tejón, 1980) y Wear the beard (ponerse barba, 1988).
Tenemos idea de tener vista alguna versión gráfica de la que mete en danza a Stalin, pero solo hemos dado con una protagonizada por Emiliano Zapata que comercializa Fineartamerica.
De lo publicado en la sección Rinconte, vamos destacar en primer lugar Se venden canarios píos, anteados, cenizos, madroños, encendidos, trinados, gran moño de José Manuel Pedrosa, que es una entretenida excursión por el florido lenguaje de los anuncios del siglo XIX. Nos hemos traído desde la Biblioteca Nacional el recorte, con algua curiosa adherencia, del comentado procedente de El Nuevo Avisador del 15 de agosto de 1845 (p. 2).
Y Rodolfo Martínez publicaba ayer Ad astra (7). Domingo Santos, de alargada sombra. Una semblanza de esa figura clave de la ciencia ficción española que Pedro Domingo Mutiñó (1941-2018), que se hizo popular bajo el seudónimo de Domingo Santos.
Adjuntamos la portada del especial que en 1968 le dedicó la revista Nueva Dimensión que posteriormente dirigiría hasta que en 1983 cesó su publicación.
Lola Pons, que esta semana ha sido entrevisada en la revista Jot Down, trató en su lingüística sección de la Cadena Ser sobre Saludos y despedidas. Los versos del poema Despedida de Gabriel Celaya ponen en esta ocasión el habitual lírico final de esas colaboraciones radiofónicas.
La muy activa catedrática sevillana también publicó ayer en El País 'Cólico simbólico', cólico de signos en que vivimos, anticipamos. Interesante reflexión, que inicia recordando la bíblica "prueba del shibboleth", sobre la desmesura de convertir en ideología todo tipo de hechos que no merecen tal etiqueta.
Fundéu comenzó la semana con unas oportunas claves de redacción para las noticias relacionadas con la erupción volcánica de La Palma.
Las frecuentes dudas que genera el término alzhéimer suscitaron el martes unas aclaraciones sobre su correcta escritura. En el siguiente apunte recordaron que la expresión adecuada para señalar que una norma jurídica empieza a ser aplicable es entrada en vigor, no entrada a vigor.
El jueves dieron su visto bueno al americanismo interlocutar, empleado principalmente con el significado de ‘tratar un tema como medio de diálogo o negociación’, pero advierten que la Real Academia Española ve preferible el uso de hablar o dialogar.
Y ayer completaron una nueva batería semanal de consejos con un recordatorio de la grafía adecuada del adjetivo espurio (del latín spurius), que significa ‘falso’ o ‘ilegítimo’, que tantas veces se ve incorrectamente escrito como espúreo.
Aunque se una cuestión de hace ya unos cuantos días, no queremos dejar de documentar las declaraciones de Luis Tosar que el periodista Oskar Belategui encabezó con un titular que las comillas quieren hacer pasar por transcripción literal, cuando son palabras que en ningún caso dijo el entrevistado.
Un entrecomillador vicio cada vez más extendido en el periodismo, que se añade a otras numerosas señales de lo necesitada que está esa profesión de una profunda regeneración.
Y dignificación, porque ya está bien de tragarse sumisamente las comparecencias sin preguntas, como ya se permiten hasta los entrenadores de fútbol, caso reciente de Koeman.
Qué decir del pavoroso silencio ante la miserable actitud de Echenique tras recibir una pregunta incómoda (vídeo). Por muy canalla que sea el periodismo practicado por el medio de comunicación representado, resulta inaceptable esa pública descalificación. Ocasión tenía de puntualizar las concretas malas prácticas informativas que considere reprobables.
Y luego está la sistemática manipulación que se practica en las redes. Buen ejemplo reciente es el vídeo maliciosamente cortado de una pregunta de la meteoróloga Isabel Zubiaurre. Una canallada, por más que no sea sino replicar la falta de ética de su muy sectaria cadena (un ejemplo de ayer).
Lo cierto es que la cobertura de la erupción de La Palma ha brindado un buen repertorio de ejemplos de periodismo bien falto de ética y sensibilidad, con Tele 5 llevándose la palma, como tantas veces, en cuanto a desvegüenza. Enlazamos un vídeo de una lamentable escena del programa de un icono pseudowoke. Una bochornosa actuación que bien podría ser la fuente de inspiración de la viñeta de J. Morgan que presentamos seguida de una visión multicadena de Ferrán Martín.
García Morán (La Gaceta de Salamanca) y J. Mª Nieto (Abc) coincidieron en publicar el martes viñetas dedicadas a la erupción volcánica de La Palma con aplicación de irónicas perspectivas de género.
La entrada en vigor de la prohibición de cazar lobos que las comunidades que no tienen poblaciones de esos cánidos han impuesto a las que sufren los problemas que causa ese depredador, inspiró literarias viñetas de JM Nieto y Álvaro Pérez. El primero se apoyó en el cuento "El lobo y los siete cabritillos", que es uno de los recopilados por los hermanos Grimm a principios del siglo XIX, y el segundo tiró de la siempre socorrida Caperucita Roja, pero en ambos casos con versiones muy multidepredador. Con ellos terminamos por hoy.
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