martes, 14 de enero de 2020

Arte al servicio del postureo


Magnífica iniciativa es que una revista de moda recupere, aunque solo sea puntualmente, la tradición de las portadas ilustradas que fue la práctica dominante en ese segmento editorial durante muchísimos años.

Menos nos gusta la ecologista justificación que no es sino muy hipócrita marketing. Adjuntamos, a título de ejemplo, la forma en que 'el Periódico de Catalunya' se hacía eco de la impostada explicación por medio de unas ecocuentas que son un puro chiste. Transcribimos un sonrojante fragmento de los ahorros explicitados por Emanuele Farneti, el director de la versión italiana de Vogue, sobre las sesiones de fotos en las que se utilizan "10 horas ininterrumpidas de grandes focos encendidos, a veces gracias a generadores que funcionan con gasolina, comida de los cáterings que se desperdicia, grandes cantidades de plástico para envolver las prendas...".  Estén seguros de que en el próximo número ya se les habrá pasado este ataquín de concienciación.

El caso es que el número de enero de esa edición de Vogue ha presentado siete portadas protagonizadas por diferentes  modelos que comparten vestir todas ellas ropa de Gucci. Pasamos a recorrerlas emparejando cada una de esas tapas, salvo una, con imágenes fotográficas de sus protagonistas. 

La danesa Olivia Vinten ha sido representada por el maestro del cómic erótico Milo Manara. Un trabajo que nos ha llevado a preguntarnos si la revista no pudiera haber equivocado el dossier de la modelo y haber enviado, a cambio, uno de la hace ya tiempo retirada Esther Cañadas, o incluso de Stella Maxwell. Juzguen vds.

 
 

El artista milanés Paolo Ventura, de quien acompañamos dos creaciones adicionales, ha sido el responsable de la tapa de la modelo neerlandesa Felice Nova Noordhoff.

 
 

Delphine Desane, artista de quien bien poco podemos contar, retrató a la francesa Assa Baradji.


El estadounidense David Salle se ha encargado de representara a la neozelandesa Lili Sumner con una de sus características composiciones divididas en dos secciones. Como ocurre también en la pareja de muy gran formato que en el neoyorquino barrio del NoMad envuelve el edificio que ocupa la esquina de la Quinta Avenida con la Calle 28.

 

La artista norteamericana de madre mozambiqueña Cassi Namoda, que aparece debajo con dos de sus obras, ha sido la encargada de la portada protagonizada por la dominicana Ámbar Cristal Zarzuela.

 

El japonés Yoshitaka Amano se ha encargado de la estadounidense Lindsey Wixson, a quien ha representado en una pose muy querida por ese artista.

 
 

Concluimos con la tapa realizada por la artista italiana Vanessa Beecroft, de quien hemos encontrado una fotográfica creación en la colección del Museo Reina Sofía, pero no la identidad de la modelo de su portada. Perfectamente comprensible el misterio.







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