Finalizábamos la última entrega del año 2019 sobre humor de inspiración cinematográfica con una viñeta de Puebla, publicada ya en el mes de enero, en la que evocaba una famosa escena de 'Poltergeist' (1982).
Retomamos hoy el recorrido con el juego con la perspectiva que permitió a Graeme Keys obviar la diferencia de tamaño de unas cien veces entre un Destructor Estelar clase Imperial (Star Destroyer) y la estación espacial La Estrella de la Muerte (Death Star) de 'Star Wars' para conseguir una muy lograda evocación de la cabeza de Donald Trump.
El propio día 3 era el dúo formado por Andrés Faro y César Da Col el que recurrió en Diari de Tarragona a la más famosa escena de King Kong para representar a la administración en su función recaudadora de impuestos.
Avanzamos un día para ver a Pedro Sánchez convertido por Javi Salado en una Mary Poppins en cuyo constitucional bolso todo parecía caber. Una nueva referencia para La filmografía humorística de Pedro Sánchez.
La asociación de Sánchez con la extracinematográfica cita de Groucho Marx, probablemente apócrifa, "Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros" es ya todo un clásico, ciertamente ganado con evidentísimos méritos que ya hemos visto en viñetas de Gallego & Rey y Toni Batllori. El pasado martes, una vez visto el discurso de investidura, Tomás Serrano optó por dar un giro a la cita para dotarla de una inquietante referencia a los finales.
El miércoles 8 Sansón y Kiko da Silva coincidieron en buscar apoyo en Titanic. El primero lo hizo en la famosa escena de proa, dejando abierto el final de su versión de la historia, mientras que el dibujante gallego corrigió, al menos de palabra, porque el cuerpo de ese Leonardo di Sánchez al que sacamos cierto parecido con Rubén Amón está claramente en el agua, conforme al fotograma del rodaje utilizado como plantilla, el ostensible error cometido por el director James Cameron al utilizar como balsa una puerta en la que claramente cabían dos. Enlazamos un vídeo del final de la película.
Volvemos a salir al extranjero donde Graeme Keys tituló Dr. Orangelove, en referencia al cantoso tinte anaranjado con que Trump broncea su rostro, su réplica de la famosa escena final (ver vídeo) de la película "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb" (1964) que en España fue titulada "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú". Un cinematográfico cliché que se trata con cierto detalle en el apunte Cabalgabombas.
Monsieur Kak ve hoy mismo en L'Opinion al expresidente de Nissan Carlos Ghosn convertido en Rambo en su primera rueda de prensa tras huir de Japón: ¡Vais a tener vuestra maldita guerra!
Proseguimos con una viñeta del francés Benj en la que disfrazó de bebé Yoda a un koala en busca de un mayor apoyo para la tragedia de fuego que vive Australia. Pero lo cierto es que los koalas se han convertido por sí mismos en una poderosa imagen de ese desastre [1].
[1] Unos ejemplos de la presencia de koalas en viñetas sobre los incendios de Australia: Michael de Adder, Steve Breen, Rob Rogers, Dana Summers y Bruce Plante.
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