Un nuevo mes con pocas recreaciones artísticas en las portadas, el habitual primer apartado de estos revisteriles recorridos mensuales. Apenas la más bien poco emocionante sustitución de los personajes del cuadro 'Un orfebre en su taller' (1449) de Petrus Christus realizada por la brasileña Piaui. No entramos en detalles, pero seguro que les suena el tóxico personaje del retrato de la mesa.
La edición británica de Vogue ha llevado algunas pinturas originales de artistas contemporáneos a su número de agosto que, en uno de los cada vez más frecuentes inflacionistas ataques de portadismo, pero en este caso no meramente digital, publicó nada menos que 14 tapas. El dorado trigal que su autor confiesa haber pintado cerca de la localidad de Kilham es una obra de 2006 de David Hockney, mientras que el lacustre paisaje de Cumbria de Lubaina Himid es una pieza específicamente creada para la ocasión.
El resto de portadas, que pueden verse en alta resolución en este enlace, son creaciones fotográficas. Entre todas ellas nos hemos traído como muestra la de Alasdair McLellan porque nos ha parecido curioso ver una línea de alta tensión convertida en protagonista de una tapa de tan glamurosa cabecera. Y una vez que ya tenemos dedicado un "oteador de clichés" a los trabajadores de líneas, esta escena nos invita a compremeter un futuro apunte sobre las portadas con tendidos eléctricos.
Seguimos con esa cabecera, porque Vogue Portugal convirtió su número de julio en "The Madness issue" a cuenta de las secuelas de la cuarentena. "Es verano ahí fuera" añaden, diríase que con notable retranca.
Seguimos con esa cabecera, porque Vogue Portugal convirtió su número de julio en "The Madness issue" a cuenta de las secuelas de la cuarentena. "Es verano ahí fuera" añaden, diríase que con notable retranca.
Las cuatro tapas son creaciones de los fotógrafos Ricardo Santos, Alex Blonde (enlace al reportaje ‘My other self’ protagonizado por Marjan Jonkman), Debora Brune (con Robina Sommer montándose un caribeño fake) y Branislav Simoncik, que es el autor de la más polémica. Una imagen en la que la modelo Simona Kirchnerova remeda un balneario tratamiento en el que las gentes de piel más fina han visto una escena ofensiva para los enfermos mentales. Cuando se está con ganas de hacerse el ofendidito-a, sirve casi cualquier cosa.
Otro cliché al que hace tiempo tenemos en mente dedicarle un "oteador" es el de la lactancia. Un asunto que nos ha recordado la portada de Ashley Graham en Harper's Bazaar Singapur, una imagen del reportaje que publican numerosas ediciones de esa cabecera.
Pasamos a la cabecera ELLE, cuyas portadas rusas de julio-agosto están protagonizdas por Alesya Kafelnikova, la hija de 21 años de Evgeny Kafelnikov, fotografiada por Nick Nemets.
Una de ellas se nos hace presuntamente inspirada en una fotografía tomada en 2016 en la ciudad rusa de Novosibirsk que se hizo bastante popular después de ser difundida por el Mirror.
No podían faltar portadas con mascarillas. Como muestra nos hemos traído la del modelo Sean O'Pry con su también modelo novia Fernanda Liz, fotografiados por Kat Irlin para la edición neerlandesa de Numéro. Debajo mala pedagogía barbijera de Bad Bunny en Rolling Stone (esta es un atraso de junio) y una de esas portadas de Men's Health que siempren parecen la misma, singularizada este mes por el tapabocas.
Llegados a los efectos de la pandemia, no puede faltar la motera portada de Fernando Simón en El País semanal fechado el 5 de julio. La acompañamos con las viñetas recogidas en El álbum de viñetas de Fernando Simón que reflejaron tan escasamente empático posado. Dibujos de Tomás Serrano (El Español), García Morán (Gaceta de Salamanca) y Álvaro (Tribuna de Valladolid, Salamanca,...). Debajo añadimos una pieza más que incluye referencias a la moto, pero a sin presencia del polémico Coordinador de emergencias sanitarias, la de Gallego y Rey en El Mundo.
Vamos ahora con un poco de arquitectura de la mano de la peculiar versión de La Pedrera imaginada por Mariscal para el suplemento Ideas para recuperar Barcelona publicado por La Vanguardia. Un batiburrillo, por cierto, con muchos lugares comunes y alguna curiosa trufa penal como "cambiar la ley para agravar la pena del hurtador reincidente y evitar su impunidad". Y obvia, además, lo fundamental: elegir regidores municipales competentes.
Proseguimos con el número de julio del cómic francés Spirou cuya tapa recrea, en una ilustración de Laurent Verron (creador junto con el guionista Yves Sente de Mademoiselle J), una icónica perspectiva de la Exposición Internacional de París de 1937 (enlace a una interesante colección de fotos)con los enfrentados pabellones de Alemania y Rusia, este coronado por la magna escultura Obrero y koljosiana.
En El revistero de junio 2020 ya adelantamos la ilustración de Kadir Nelson para The New Yorker tituada “Distant Summer” que allí acompañamos con imágenes de las etapas del proceso creativo.
La segunda portada del mes, titulada “Dream Vacation”, fue ilustrada por de Richard McGuire., Mostramos acompañada por su boceto esa creatividad sobre el concepto de soñar despierto que entronca con lo plasmado, en tiempos de tecnologías analógicas, por Constantin Alajalov en The Saturday Evening Post del 12 de febrero de 1949.
Concluimos con el primer número de agosto, que es doble, y ha sido ilustrado por una debutante en esas lides, la artista californiana Grace Lynne Haynes. La retratada en la pieza titulada “Sojourner Truth, Founding Mother” es la activista por los derechos de la mujer que cambió su original nombre Isabella ("Bell") Baumfree por el de Sojourner Truth. Y el motivo de su elección es la celebración del centenario de la aprobación de la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos que impide denegar a un ciudadano el derecho de voto a causa de su sexo.
P.S.- Habíamos omitido un clásico, la Swimsuit Issue de la revista Sports Illustrated que este año protagonizan Kate Bock, Jasmine Sanders y Olivia Culpo.
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