La semana en viñetas 16/2020

Comenzamos este 16º recorrido semanal de 2020 con un recordatorio del ardor guerrero mostrado por Pedro Sánchez en su homilía televisada del pasado domingo.

Un llamativo enfoque que al día siguiente inspiró dibujos de Guillermo Serrano y Sciammarella, este con una irónica evocación de Gila.

Eso mientras en Francia  causaba cierta conmoción la llegada de la pandemia al buque insignia de su marina, el portaviones Charles de Gaulle (Texto de la viñeta de Xavi Gorce: ¡Pero bueno! No me diga que un virus civil ha podido subirse a bordo).

La reincorporación al trabajo de algunos sectores puso en evidencia el desabastecimiento de mascarillas, una carencia que fue paliada con modelos que aportan muy ineficaz protección. Esteban y Tomás Serrano (con el primer teriomorfismo que hemos visto de F. Simón), además de Pedro Duque (que goza de toda nuestra simpatía, pero claramente arriesga demasiado), fueron algunos de los humoristas que se ocuparon de eso. 

Distinta finalidad dio JM Nieto a la mascarilla que Sánchez colocaba a Casado en su viñeta del Abc del martes. Y una vez que el seguro que muy ocupado ministerio que le fabricaron a Garzón está abordando con injustificable retraso la bien previsible especulación con las protecciones (ojo al parsimonioso proceso), nos sentimos muy identificados con la viñeta de Pinto & Chinto en La Voz de Galicia porque nos contamos entre quienes han sido atracados.

Entre lo mejor del humor de esta semana ha estado el sketch de Buch con coreografía de una contenidamente desternillada traductora al lenguaje de signos. La numerología al emocional poder.

Eso mientras se  celebraban mercadillos en el pueblo de la Budó o permanecían sin uso instalaciones montadas en Cataluña por las Fuerzas Armadas.

Napi ironizó con el bien conocido hecho de que las pieles finas salen rasgadas de casa en busca de una causa, ya encontrarán alguna, mientras Fer mostraba sus llagas en la sección de El Punt Avui que no pocos lectores de ese diario toman por humor gráfico.

La figura de los justicieros adquirió una nueva dimensión con la delación de un tan insolidario como necio Rajoy. Ocasión dio a que, con la que está cayendo, ese fuera el tema estrella del martes en 'Al Rojo Vivo' de Ferreras y tuviera espacio en los noticiarios de esa cadena ¡hasta el jueves! Y lo llaman periodismo (de propina, enlazamos una simpática pillada a Iñaki López).

Luego no hay hueco, esto ni en Tve, para dar cuenta de cosas como la puesta en servicio por el Ejército del puente provisional de Montblanc.

El propio martes Tomás Serano ya subió a Twitter su visión del rajoyazo, mientras JJ Aós publicó la suya al día siguiente en el pamplonés Diario de Noticias y Juan Carlos Contreras hizo lo propio en Diario de Jaén.

Ya el jueves, vimos ese asunto tratado en la tira de Postigo para 'el Periódico de Aragón' y en la viñeta de Fer en El Punt Avui que incluye una miseria marca de la casa (Este virus ha sido Eta, puso en boca de Aznar).

 

Volvemos al miércoles para ver el tratamiento que Sansón dio a la muy lamentable anónima requisitoria recibida por un médico. Luego se han conocido otros casos, aunque  en alguno de ellos quizá concurran otras motivaciones de fondo. Hay que dar tiempo a la policía.

Los anónimos contra quienes están en el frente de la lucha contra la pandemia tuvieron considerable eco en el humor del jueves, una jornada en la que vimos aportaciones de J. Morgan, Álvaro, Miki y Duarte o JJ Aós, este en forma de crítica a Trump. Ya el viernes, también se sumó la de Ángel Idígoras.

Comentario aparte merece la de Vergara, que se nos hace en parte fallida porque la asociación de ideas invita a prejuzgar que esa nota esté dirigida a un sacrificado servidor de la comunidad. Desde nuestra torpeza, hemos tenido que releerla más despacio para caer en que va contra un fabricante de bulos. En cualquier caso, no somos muy partidarios de incitar al insulto anónimo. El humor también tiene su responsabilidad en la pedagogía social.

Muy considerable atención humorística recibieron, también, los bulos. Y no es raro que el estudiante de Idígoras y Pachi desconfiara de lo que le llega por Whatsapp ni que la protagonista de la tira de Miki y Duarte del miércoles limpiara con esmero todo lo que entra en contacto con su móvil.

Frente a la evidente proliferación de bulos que, como bien apunta hoy el dúo Caín en La Razón, los hay de todo signo e intención, también parece obvio que el gobierno parece dispuesto a aprovechar ese fenómeno para limitar la, para el poder, siempre molesta libertad de información. Y ahí apareció  Tezanos aportando su torticero argumento demoscópico ya tratado en el apunte de ayer de la mano de Grijelmo.

Muy oportuna resulta, por tanto, la referencia de Sansón a 'El Parte', mientras que Gallego y Rey encontraron un aura en una pluma para representar la misión que demasiados personajes públicos conceden a los medios de comunicación.

Adicionalmente, Esteban vinculó ayer en La Razón ese chico para todo en que han convertido al CIS, con la partida de mascarillas defectuosas que ha tenido que ser retirada e inspira hoy una desescaladora maldad a Miki y Duarte.

Enlazamos el meollo del monólogo de Alsina del jueves (y aquí completo), así como la opinión de algún experto que apunta la dificultad que entrañará recuperar la credibilidad del CIS. Una antes prestigiosa institución que ahora ha detectado que el porcentaje de población que valora la situación económica como buena o muy buena ha pasado de 8,5% en marzo al 54,7% en abril. Pues ni con esas burradas cuestiona el gobierno al individuo que pretendió compatibilizar la presidencia del CIS con pertenecer a la ejecutiva del Psoe. No tenemos más remedio que discrepar del tiempo verbal que aplica Esteban en su viñeta de hoy en La Razón.

Curioso, por otra parte, que Francis Carruthers Gould ya imaginara a principios del siglo XX al lirón de 'Alicia en el País de las Maravillas' con el aspecto de ese personaje de engañosos amables modales.

En cuanto a la disparatada interpretación de la encuesta que hizo el Psoe en su cuenta oficial de Twitter, que no mereció la verificadora atención del muy poco neutral Newtral, es un bulo que está bien explicado en maldita.es.

 

Tenemos que reconocer que no vimos tan bronca la sesión parlamentaria del miércoles como apreciaron no pocas crónicas con lo que ya se ha convertido en un valorativo tópico, que se nos hace claramente interesado: la oposición no está a la altura (por más que sea la que está haciendo viable la aprobación de los decretos, a diferencia de algunos socios de investidura del gobierno).

Frente a las broncas visiones de Idígoras y Pachi o Pinto y Chinto, JL Martín apuntó en La Vanguardia del jueves una colateral ventaja de las reuniones telemáticas. Y la conversación de vecindad de JJ Aós apuntaba hacia otro muy comentado asunto, como fue la posibilidad de dar un aprobado general, o casi. El dibujante navarro lo vinculó con la polémica de las cifras de muertos, mientras que Javi Salado también hizo una aportación, muy expresiva, sobre ese hipotético aprobado.

Andrés Faro practica un humor que en ocasiones adquiere tintes muy paternalistas, pero en este caso se nos hace muy oportuna su aportación sobre la función del profesorado.

Ayer ya vimos dos viñetas, de Argote y Peter Brookes, sobre el portazo de Trump a la OMS y hoy volvemos sobre ello de la mano de Sansón

Retrata bien al presidente de Estados Unidos en particular, y los uso políticos imperantes en general, el detalle de que los cheques con las ayudas públicas llevaran su firma.Así que Ed Wexler aprovechó para recordarle que olvidó estamparla en el cheque con que un adláter estimuló el silencio de Stormy Daniels, la actriz porno con la que anduvo engolfado. Peridis se hizo eco en España de la conversión de esas ayudas en piezas de propaganda, mientras que Tom Toles echó en falta la presidencial firma en los certificados de defunción.

 

Volvemos a "nuestra" Covid-19 con una reseña de la nueva caricatura que Fernando Simón añadió  a su colección el miércoles, esta obra de Sciammarella, mientras que el jueves tuvo que conformarse con una aparición de espaldas en la severamente infectada Moncloa imaginada por Tomás Serrano. Santy Gutiérrez se sumó el sábado al club de caricaturistas del epidemiólogo jefe con una pieza notablemente basta.

La Generalitat detonó, da la impresión que con morboso gusto, el caos en los datos de mortalidad al modificar sus criterios de cómputo. Tomás Serrano representó al ministro Illa  sorteando como sea la creciente presión a la que se ve sometido, mientras que Idígoras y Pachi engarzaron el lío de los datos con la polémica sobre los criterios para pasar de curso.

Y mientras nos preparamos para conocer que viene detrás del famoso pico de la curva, esperemos que no acierte mucho Pau Rguez. (Diario de Mallorca), mucho nos tememos que la versión del 'Duelo a garrotazos' de Goya propuesta el miércoles por Manel Fontdevila en Ara tiene toda la pinta de ir a convertirse en muy precisa metáfora.

La desconfinadora excusa del paseo del perro que en el apunte del pasado miércoles, desde el cual nos traemos la cinematográfica visión de Davila, considerábamos casi agotada en el humor, ha seguido inspirando creatividades. Puebla  propuso la táctica del disfraz, mientras que Miki y Duarte dieron nueva forma a la tradicional disyuntiva sobre la preferencia por papá o mamá.

La expresiva mancha que Monsieur Kak vio echar a un pangolín en el balance de la presidencia de Macron, a quien aún le queda un bienio, se nos hace que también aparecerá en muchas otras hojas de servicios.

Pero sus titulares no verán enterrados sus medios de vida como expresivamente mostró el mexicano Rictus en el diario El Financiero.

Patrick Blower llevó al Telegraph del miércoles una distanciada versión de una icónica cola de la propaganda política británica, la de cartel electoral utilizado en la elecciones de 1979 por el Partido Conservador que hay quien sostiene que fue decisivo en la victoria por amplia mayoría de Margaret Thatcher que desalojó del gobierno a los Laboristas de James Callaghan. Una brillante idea de la agencia Saatchi&Saatchi basada en un doble sentido, porque 'Labour isn't working' significa tanto "el Partido Laborista (Labour) no está funcionando" como "los trabajadores no tienen empleo" (en el Anexo mostramos otras humorísticas aplicaciones del mismo).

Ayer Chris Riddell se encargó de recordar desde las páginas del diario The Guardian que "la luz" que espera a los británicos al final de todo este túnel es el brexit sin acuerdo propugnado por Boris Johnson. Casi nada.

En otro frente internacional, David Rowe evoca hoy mismo el famoso “You cannot be serious!” de John McEnroe en Wimbledon 1981 (en un partido de 1ª ronda frente a Tom Gullikson; ver vídeo).

Concluimos con la delicada cuestión de programar el desconfinamiento y el consiguiente relanzamiento de la economía. Un asunto en el que John Deering vio a la impaciencia como un quinto Jinete del Apocalipsis al que KAL puso identidad. 

58 viñetas, más 6 anejas, aportadas por 26 humoristas nacionales y 16 foráneos ilustran este recorrido de hoy.






Anexo: Un recordatorio del famoso cartel, seguido de las humorísticas versiones de Morten Morland que ha llevado a su portada, por dos veces, el semanario The Spectator (21/3/15 y 25/3/2017). Debajo una viñeta de Martin Rowson de mayo del año pasado que advertía, con motivo de las elecciones europeas, como los nuevos partidos populistas comían el terreno a los tradicionales.

 

La viñeta de Bob Moran publicada en el Daily Telegraph  del 9 de mayo de 2015 ponía en la cola del paro a los diputados laboristas que acaban de perder sus escaños. Sigue la de Steve Bell de diciembre de 2011 que cargaba contra conservadores y liberal-demócratas.

Completa esta muestra de la popularidad del cartel un dibujo de Peter Schrank publicado en The Independent on Sunday que muestra una larga fila de ejecutivos, representados como fat cats, esperando recibir su bonus de manos de Gordon Brown (una referencia al pago de esos incentivos por el Lloyds Bank, participado por el gobierno, cuando había presentado fuertes pérdidas).