Uno de nuestros corresponsales en Estados Unidos nos ha puesto sobre la pista de una ilustrativa muestra de la confusión mental sobre la historia que reina en el americano, no ya medio, sino de un cierto nivel cultural. Como el que cabe reputar a Signe Wilkinson, primera mujer que ganó el Pemio Pulitzer en la categoría de Editorial Cartooning allá por 1992. Porque todo un caos mental pone de manifiesto esa indiscrimanda siembra de cadáveres en el estatuario totum revolutum de la viñeta que publicó el pasado domingo en Philadelphia Daily News.
Pero no osaremos tratar de subsanar en un modesto apunte de blog lo que no han conseguido largos años de formación escolar, así que vamos a limitarnos a recordar el tratamiento reciente que han recibido las estatuas de Colón en el humor gráfico.
En el CLIPDA CCCLVIII: Humor al arte de la semana 24/2020 (2ª parte) añadíamos la versión de la barcelonesa estatua de Colón publicada por Ferreres en Ara el día 16, un dibujante que ayer volvió sobre ese monumento con una mucho más cruda visión protagonizada por dos significativas cupaires que, por más que la materia prima resulte apropiada, caricaturizó con indisimulada saña. No hay peor astilla que la de la propia madera indepe.
El miércoles pudo verse un monumento a Colón, todavía intacto, en la viñeta de Esteban los diarios del grupo andaluz Joly (Diario de Sevilla,...) y otro, este ya víctima del spray, en la de Álvaro en los periódicos digitales del grupo Tribuna (Tribuna de Salamanca,...).
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