En el apunte ¡La calle es mía! tratamos con detalle la frase atribuida a Manuel Fraga que este siempre negó haber pronunciado y que Peridis ha llevado en diversas ocasiones a sus viñetas. Como nuevamente hacía el lunes con una formulación en segunda persona. Una jornada en la que Sansón se ocupaba, apoyado en una paráfrasis de un popular dicho, de la habitual guerra de cifras de manifestantes.
La tira de Puebla pone oportuno prólogo al desafortunado encaje temporal de la viñeta de Miki y Duarte publicada justo después de las manifestaciones del domingo que nada tuvieron que ver con los exaltados cercos a sedes socialistas de la semana precedente. Que Ferreres solo viera fachas ya es cosa de su inamovible circuitería impresa.
Idígoras y Pachi ironizaban sobre los tan numerosos como variados colectivos que se han pronunciado contra el acuerdo entre Psoe y Junts, mientras que Santy Gutiérrez publicaba una viñeta que parecía guionizada con las declaraciones de Laura Borràs (enlace vídeo) cuya primera claúsula es, por cierto, manifiestamente falsa. JM Nieto y García Morán completan nuestra selección del lunes, jornada en que Juan Luis Cebrián publicó en El País Disculpa a la traición; premio a la culpa que nos parece una muy recomendable lectura.
Idígoras y Pachi publicaron el martes una expresiva metáfora del fin de la separación de poderes, mientras que el maletero llegaba al humor de Peridis para convertirle en el 7º dibujante a quien registramos una referencia al medio utilizado por Puigdemont en 2017 para huir.César Oroz llevó a su tira un oportuno recordatorio del neuralizador de los ‘Hombres de negro’ de la tira de Oroz, Santy Gutiérrez recurría a una artificioso eufemización en su visión de la lucha por el relato y Tomás Serrano apuntaba el único arrepentimiento que cabe detectar en el independentismo.
¿Cómo sabes si tienes una opinión sobre la amnistía o, por el contrario, simplemente repites lo que tu partido defiende? No te quedes con la duda de saber si realmente tienes un criterio propio y haz este rápido test:
Imagina que, tras las elecciones del año 2035, el PP y Vox suman mayoría absoluta, pero un exdirigente de Vox, prófugo de la justicia exiliado en Bruselas, exige que, a cambio de la investidura, el Congreso apruebe una ley de amnistía. El PP se ha negado durante años a conceder esa medida de gracia, porque ya indultó a los responsables ultras de los altercados de 2023 e intentó cambiar varios delitos del Código Penal para aliviar sus penas ―posiblemente excesivas para una democracia occidental―. Dirigentes populares históricos, como Rajoy y Aznar, han dicho que la amnistía “no vale la pena”. Pero la líder actual del PP, Cayetana Borja, no quiere perder su ocasión de gobernar y poner en marcha una verdadera agenda de reforma liberal en España. Insiste en que la amnistía es la única manera de calmar un territorio, Castilla, donde cientos de personas esperan juicio por el referéndum ilegal contra la España de las autonomías celebrado hace seis años. Hagamos de la necesidad virtud, dice.
Y a ti, ¿qué te parece? Si piensas lo mismo que con la amnistía a los independentistas, entonces tienes opinión propia. Sin tener en cuenta los apellidos o la ideología de los beneficiados, calibras los bienes en choque (por un lado, la escrupulosa igualdad de todas las personas ante la ley; por el otro, la potencial atenuación de un conflicto social latente) y decides (estar a favor o en contra).
Si no concuerdan tus dos evaluaciones, si apoyas la clemencia a Puigdemont, pero nunca defenderías una para Abascal (o al revés), entonces seguramente eres una buena persona (y gran amiga de sus amigos, sobre todo políticos), pero no tienes un criterio propio, universal y unívoco, sobre la amnistía, sino que está distorsionado por tus gafas partidistas. Con lo que te pediría que, si estás a favor de la amnistía pactada con el PSOE, no intentes dar lecciones sobre sus balsámicos efectos sobre la convivencia (cuando ni tú creías en ellos hace dos meses); y, si estás en contra, no hables del fin del Estado de derecho cuando lo que ocurre es que no te gusta la ideología de los amnistiados.
Y, ante la duda, calla, que ya hay demasiado ruido.
Y enlazamos en una fuente de libre acceso Exposición sin motivo para la amnistía de Jesús Zarzalejos Nieto publicado en Abc y La amnistía, el caballo de Troya contra la Constitución de Jorge Rodríguez-Zapata en El Mundo.
Pasamos al humor de ayer con la tira de Puebla sobre la escolta solicitada por Puigdemont, única pieza que vimos sobre esa inaudita pretensión de que la policía preste ese servicio a quien tiene el deber de detener. Sigue un extracto de Miki y Duarte de tantas rotundas negaciones de la posibilidad de aplicar una amnistía (enlace a un vídeo más completo) y la ironía de JL Martín sobre tanta palabrería encubridora del obvio motivo: la exigencia indepe de que el Psoe pague con impunidad los votos necesarios para la investidura. Tomás Serrano lo refleja hoy apoyado en un cinematográfico icono.
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