sábado, 31 de mayo de 2025

Lenguaje de la semana 22/2025

 

Y ahí estamos, diciéndole a la gente que la alta cultura no existe, porque nunca ganaban en el Trivial Pursuit escribe Alberto Olmos en ¿Existe la "alta cultura"? Desde hace más tiempo que tú. Nuestra primera recomendación de hoy.

La siguiente la encontrarán en el anexo. Y no podemos sino compartir con Álex Grijelmo la Añoranza del pluscuamperfecto  que el pasado miércoles expuso motivadamente en su semanal La punta de la lengua. Una faceta más del empobrecimiento del lenguaje y, particularmente, del utilizado en los medios de comunicación, aunque, afortunadamente, quepa exceptuar la mayor parte de las bien escritas secciones de opinión que tiene la prensa española.

En el Centro Virtual Cervantes vamos a recomendar el Trujamán Apropiaciones indebidas en que Juan Gabriel López Guix trata la que el ultraliberalismo económico ha hecho de la palabra libertario. Nos ha gustado el neologismo acolitónimo  utilizado en la exposición con el que categoriza palabras casi siempre acabadas en -ista.

La mirada en la Lengua de Francisco Ríos Álvarez en La Voz de Galicia trata hoy Dos nuevas carpetas sobre las que no desvelaremos nada más. Cliquen el enlace los curiosos del lenguaje.

TACO, que significa “Trump always chickens out” (“Trump siempre se acobarda”), es el acrónimo acuñado el pasado 2 de mayo pasado por Robert Armstrong, editorialista del Financial Times, que estos días ha saltado al estrellato para disgusto del presidente de Estados Unidos (más detalles). Rick McKee lo llevó a su viñeta del jueves y hoy lo hace Ella Baron en The Guardian.

Proseguimos ya con más lenguaje del humor comenzando por la traslación a las pensiones del boom demográfico de lo sesenta que JM Esteban hacía en su agorera viñeta del miércoles en La Razón.  

Acompañamos un gráfico que muestra cómo el incremento de nacimientos se inicia en España a mediados de la década de los años cincuenta y se prolonga hasta el comienzo de la transición en que se produce una abrupta caída hasta llegar a finales del siglo pasado a cifras próximas a la mitad (el máximo de la serie histórica son los 698 mil nacidos de 1964 y en 1996 cae hasta 363 mil). Después vendría una recuperación truncada por la crisis financiera de 2008 que conduciría a un nuevo descenso de la natalidad que podría haber tocado fondo en 2023 (enlace a los datos del gráfico).


Ricardo se aplicó el miércoles a la retrocronimia con una españolización del trumpista MAGA, mientras que Javier Cuervo y Pablo García aportaron un puigdemónico trabalenguas suscitado por el rechazo a la adopción del catalán como idioma oficial de la UE.

Previamente, García Morán había evocado el martes, por boca de Salvador Illa, y aplicado a la imposición lingüística, el famoso "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado" pronunciado por Fernando Simón el 31 de enero del año 2020. Debajo recordamos aplicación al caso Koldo realizada por Miki y Duarte el 6 de marzo de 2024.

Proseguimos con Peridis, que ayer retocaba la Oración del ángel de la guarda (Ángel de mi guarda, / dulce compañía. / No me desampares / ni de noche ni de día).

Encabezamos la sección literaria con la viñeta de Miki y Duarte que el lunes recordaba el aniversario de la publicación de Drácula de Bram Stoker. Sigue la pieza de humor inmobiliario de Santy Gutiérrez apoyada, como tantas otras de esta tipología, en el cuento de Los tres cerditos y Pedro Sánchez convertido en el Flautista de Hamelín en su viñeta del jueves. Debut del presidente del gobierno en nuestra colección de Flautistas de Hamelín. Completamos este bloque con la reunión de obras esenciales de la novela picaresca realizada por JM Nieto con la incorporación de un nuevo pillo: el gallardo Cazafueros del Guadiana.


García Morán dio cuenta el miércoles en La Gaceta de Salamanca de la celebración de las quintas Jornadas del Siglo de Oro con un recordatorio de un frgamento del Discurso de todos los diablos o infierno emendado (1628; enlace al texto completo) de Quevedo publicado en algunas versiones como El peor escondrijo de la muerte y, a partir de 1631, con el título de El entremetido y la dueña y el soplón. Lo ampliamos un poquillo:

Para ser rico habéis de ser ladrón, y no como quiera, sino que hurtéis para el que os ha de invidiar el hurto, para el que os ha de prender, para el que os ha de sentenciar y para que os quede a vos. Si queréis ser honrado, habéis de ser adulador y mentiroso y entremetido. Si queréis medrar, habéis de sufrir y ser infame. Si os queréis casar, habéis de ser cornudo. Si no lo queréis ser, lo seréis (si os descuidáis) sin parte, y donde se pudiere. Para ser valiente, habéis de ser traidor y borracho y blasfemo. Si sois pobre, nadie os conocerá; si sois rico, no conoceréis a nadie. Si uno vive poco, dicen que se malogra; si vive mucho, que no siente. Para ser bienquisto, habéis de ser mal hablado y pródigo. Si se confiesa cada día, es hipócrita; si no se contiesa, es hereje; si es alegre, dicen que es bufón; si triste, que es enfadoso. Si es cortés, le llaman zalamero y figura; si descortés, desvergonzado. ¡Válate el diablo por vida y por vivo! No volviera por donde vine, por cuanto tienen el mundo. Renegados precitos, habiéndome oído, ¿hay alguno de vosotros que quiera volver al nacer por donde vino, y recular la vida hasta el vientre de su madre?








PS - La viñeta que hoy publica El Roto invita a recordar que ayer comenzó la Feria del Libro de Madrid que este año está dedicada a la ciudad de Nueva York. El cartel es obra de la artista argentina, residente en Valencia, Coni Curi (Buenos Aires, 1993).

 

Sansón, por su parte, dedica su A la contra de El Norte de Castilla de hoy a la Feria del Libro de Valladolid cuyo pregón ha estado a cargo de Juan Luis Arsuaga y que cuenta con Perú como país invitado. El cartel de esta 58ª edición es obra de la ilustradora peruana Issa Watanabe.






Anexo

Añoranza del pluscuamperfecto
Álex Grijelmo (El País, 28/5/25)

Este tiempo verbal va desapareciendo del lenguaje periodístico, en el que la pobreza abunda, paradójicamente

El pretérito pluscuamperfecto representa el tiempo más lejano de nuestro reloj gramatical, porque se sitúa antes que cualquier otro pasado: “Mi hermana se propuso arreglar mi ordenador, pero ya lo había donado para la ciencia” (indicativo). “Habría corrido el maratón si no hubiera bebido tanto” (subjuntivo).

Los gramáticos han querido que lo llamemos así, con apariencia de sincera admiración: plus-quam-perfecto; porque supera a esa perfección de andar por casa que exhiben los tiempos simplemente perfectos como “he venido” o “escribió”.

Se llaman tiempos perfectivos o perfectos aquellos en los cuales la acción se ha completado, a diferencia de los tiempos en que eso no ha sucedido y a los que denominamos “imperfectos”. “Terminé” es un tiempo perfecto. “Terminaba”, “terminaría” o “termino” no entran en ese cajón, porque con ellos no damos la acción por rematada. Eso causa la paradoja de que “hoy ha hecho un día desagradable y lluvioso” se considere un tiempo perfecto.

Pero claro, aquí “perfecto” no significa que algo ha alcanzado el mayor grado de bondad o excelencia, sino que ha pasado de la ideación a la ejecución, y por tanto se ha perfeccionado. Y unos verbos son más perfectos que otros (más-que-perfectos) únicamente porque la acción que muestran había acabado antes.

Del nombre “pluscuamperfecto” tiene alguna culpa el latín, pues en aquella lengua el verbo perficio (de per-facio) significa “llevar a término una acción”. Y perfectio se refería a lo que se había concluido. Para los romanos, una casa estaba perfecta si la habían acabado; eso tenía su lógica. No podemos considerar perfecta una vivienda a la que aún no le han puesto la puerta.

Nebrija denominó a este tiempo en su gramática castellana “el más que acabado”, lo que en las escuelas de hoy se habría comprendido mejor que el latinajo enmascarado.

Y en efecto: si tenemos un verbo acabado como “cenó”, este lo fue antes: “Mi prima ya había cenado cuando cenó en tu casa”. Por tanto, perfeccionó la cena dos veces.

En fin, con todo esto pretendía crear cierto cariño hacia el pluscuamperfecto, para que los lectores distraídos lo valoren como se merece y sientan un dolorcillo cuando les explique ahora que va desapareciendo del lenguaje periodístico. Por ejemplo, en esta frase: “La distribución de ayuda humanitaria en Gaza (...) comenzó ayer en la Franja. En medio de todas las dudas (...), Israel informó del comienzo de ese reparto de alimentos entre los gazatíes”.

Ahora bien, ¿primero informó Israel y luego se distribuyó la ayuda? ¿O fue al revés? En este segundo caso, “La distribución de ayuda humanitaria en Gaza comenzó ayer en la Franja. En medio de todas las dudas (...), Israel había informado del comienzo de ese reparto de alimentos entre los gazatíes”. Y en el supuesto contrario, “La distribución de ayuda humanitaria en Gaza ya había empezado en la Franja cuando (...) Israel informó del comienzo de ese reparto”.

De igual modo, le convenía el pluscuamperfecto a esta otra narración: “La presidencia polaca de la UE aplazó la votación, a la vista de que no estaba asegurada la unanimidad. Al menos siete países expresaron sus reservas”. Habría sido mejor “al menos siete países habían expresado sus reservas”, pues esta acción precedió la otra.

Como habrán visto, en estos dos ejemplos, igual que en otros que se leen cada día, se muestra un mismo tiempo perfectivo para referir dos hechos no simultáneos (o asíncronos). La sintaxis relajada abunda en la pobreza de la comunicación actual (es una pobreza muy abundante, valga el contrasentido), y eso dista mucho de lo que hoy en día se puede considerar perfección.






No hay comentarios:

Publicar un comentario