miércoles, 23 de diciembre de 2020

Más portadas con 'Baby New Year'


No solo en The New Yorker aparece en este tramo final de 2020 el icónico niño representativo del año nuevo cuya presencia en las portadas neoyorquinas repasábamos ayer. Comenzamos esta continuación de hoy con la amenazante versión que  Guillermo ha llevado a la cubierta de la publicación satírica granadina 'El Batracio'. Malencarado futuro plantea.

Una vez reseñada la rabiosa (x2) actualidad de la maltrecha prensa satírica nacional, nos vamos en busca de los orígenes del icónico infante que suele aparecer confrontado con la personificación del tiempo, Father Time. Un simbolismo con amplía tradición iconográfica que se remonta a las clásicas representaciones de Crono (Khronos), muchas veces confundidas con el titán Cronus que castró a su padre Urano.

La barbada representación del envejecido tiempo, cuya guadaña es un memento mori destinado a recordar que el paso de la vida tiene un inexorable fin, fue particularmente utilizada en el barroco. Un buen ejemplo puede ser El Tiempo vencido por la Esperanza y la Belleza (1627), óleo de Simon Vouet que forma parte de la colección del Museo del Prado. Pero ojo, que el alado niño ahí presente es una representación del amor. Aunque quien sabe si este tipo de escenas pudiera haber contribuido a inspirar la creación del simbólico representante infantil del año nuevo.  

No resulta sencillo rastrear los inicios del uso editorial de la pareja de niño y anciano como representación del cambio de año. Pero un ejemplo muy representativo, tanto por la notoriedad del autor, John Tenniel, como por la popularidad de la publicación, es la lámina aparecida en la revista Punch del 5 de enero de 1889. Adviértase que el Padre Tiempo, que aparece provisto del característico reloj de arena pero no de la guadaña, oficia como maestro de ceremonias en una escena en la que el año saliente, apenas visible, es un decrépito tercero.

Pero también cabe apuntar que, por ejemplo, la revista Puck optaba en 1897 por otro tipo de personificaciones en la portada ilustrada por J.S. Pughe. Unas damas también eran las elegidas al año siguiente por Caran d’Ache en la ilustración «L’Entrée dans le Monde» publicada en Le Figaro del 3 de enero de 1898. 

Como ya anticipábamos en el apunte de ayer, el infantil icono fue llevado a su esplendor gráfico por JC Leyendecker que lo convirtió por primera vez en protagonista de una portada del semanario The Saturday Evening Post en el número fechado el 29 de diciembre de 1906. Y todo apunta a que la elegida fue chica, aunque pelo y lazo no pueden ser considerados determinantes.

A su lado mostramos el niño ya más crecidito utilizado por Albert Levering en la portada de Puck del 30 de diciembre de 1908 que celebraba que el año viejo se llevara consigo al político Thomas C. Platt que no había conseguido revalidar su escaño en el Senado.

 

A continuación mostramos una apretada síntesis del resto de la colección de Leyendecker que puede verse con más detalle en el enlace anteriormente insertado.

Quizá les haya llamado la atención que en la colección anterior tan solo aparezca representado el 'Padre Tiempo' en 1911, esos sí, equipado con la pertinente guadaña. 

Y los más observadores quizá hayan advertido también que en la imagen que hemos tomado prestada falta la portada de 1919, que es la adjunta esperanzada referencia a la paz. Una ilustración que contrasta con la creada ese mismo por Jessie Wilcox Smith para la cubierta de Good Housekeeping. Una visión que estaba muy en línea con la publicada el año anterior por el Post. Dispares formas de ver los acuerdos de paz alcanzados tras la Primera Guerra Mundial


También merece particular comentario el camello de la portada de 1920, que nos un juguete casual. Y es que e1 17 de enero de 1917 entraba en vigor la enmienda constitucional conocida como "Ley Seca" y Tomás Nast había popularizado el uso del animal famoso por su capacidad de permanecer largo tiempo sin beber, como representación de los promotores de la medida (Prohibition Party). La portada de la revista Leslie's también coloco a su niño una refrencia, bastante más comprensible hoy en día, de lo que se avecinaba.  

 

Pasamos a recordar la alada versión del tiempo del primer número de 1921 de la revista The Country Gentleman, que fue ilustrado por Walter Beach Humphrey con una severa azotaina que propició la inclusión de esa pieza en El oteador de clichés en las portadas (30): azotes.

También merece una explicación el significado del salero incluido por JC Leyendecker en The Saturday Evening Post del 31/12/1921, gráfica formulación de una antigua creencia de que se podía capturar aves dejándolas paralizadas mediante el espolvoreado de sal en la cola (más sobre eso). Muy expresiva imagen de la fragilidad de la paz alcanzada tras la Primera Guerra Mundial.


René Préjelan aporta una explícitamente femenina versión francesa desde La Vie Parisienne del 29 de diciembre de 1923. La hemos emparejado con la invernal escena de Jessie Willcox Smith para Good Housekeeping de enero de 1927.


Volvemos a The Saturday Evening Post que en 1928 añadió un segundo niño al de Leyendecker. Ellen Pyle es la autora de la ilustración de la portada cuatro semanas posterior (28/1/1928). Debajo la versión de Hazel Frazee para Child Life y una más de Jessie Willcox Smith, ya de 1929, para Good Housekeeping.



Saltamos a 1934 para ver el constructor niño de año nuevo de C.H. Twelvetrees en Collier's, que presentamos emparejado con el de 1936 que se aferraba a un tradicional símbolo de la suerte en la ilustración de Vernon Thomas, una mujer que firmaba con el nombre de su marido, para Good HousekeepingDebajo, un recordatorio de una pareja ya mostrada ayer: la portada del Post de 1935 y la parodia realizada en 2009 por la revista Mother Jones.

 
  

Buen momento paar recordar otra moderna parodia de las portadas de Leyendecker, la realizada en el mes de enero del año pasado por la artista rusa Nadia Khuzina en la cabecera brasileña Piauí.

El último Baby New Year del Saturday Evening Post tiene una interesante historia que merece la pena explicar, porque la primera propuesta del artista para 1943 fue la ilustración titulada New Year's Baby Hitching to War. Pero los responsables de la editorial Curtis valoraron que, en un momento en que el futuro de la Segunda Guerra Mundial era muy incierto, era necesario un mensaje con más capacidad de reforzar la moral de guerra (más detalles).

Vamos ahora con una muestra del recurso a este icono en publicaciones infantiles y de humor: Little Lulu (enero 1950) de Marge (Marjorie Henderson Buell), MAD (enero 1958; ilustración de Norman Mingo), Sick (febrero de 1967; ilustración de Francho [Arnoldo Franchioni]) y Cracked (marzo 1989, pero un número seguramente disponible en lo quioscos ya a principios de año; ilustración de John Severin).

 
  

Y para finalizar volvemos al sector editorial español en el que comenzamos: Mingote en 'Los domingos de Abc' (25/12/1968) y Leandro en El Jueves (31/12/2008).







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