Comenzamos el recorrido con un recordatorio de la excursión del gobierno a Quintos de Mora del pasado domingo. Una suerte de irse de colonias de la que tan solo vimos ocuparse a Esteban.
Tras paracticar la japipandi, a la hora del marrón bien solo se quedó el "evitador de conflictos diplomáticos". Y por mucho empeño que echaran algunos telediarios en que allí estuvo el gobierno apoyando y que el presidente hasta prolongó su estancia en el Congreso para arrimar el hombro, hay foto. Ergo McLuhan.
Esteban retomó la abultada nómina de ministros para su ironía de que la reclamada dimisión no iba ni a notarse. Pero lo cierto es que la oposición no consiguió sacar de esa prospección el petróleo al que hicieron referencia los gallegos Pinto & Chinto.
Otro asunto sobre el que hemos encontrado un solitario dibujo, este de Vergara, es el curioso relator que nos mandó la Onu. Un enviado que manifestó haber visto en España miserias como en ningún campo de refugiados.
Y como no parece persona poco viajada, habrá que concluir que el problema es otro (una ilustración). Una sospecha que se ocupó de rubricar con significadas muestras de la sabiduría que hay en el aforismo que proclama el atrevimiento de la ignorancia. Los que emparejados muestra quien tras darse una fugaz vuelta por España ya cree que domina los entresijos de nuestra economía.
Pasamos a un luctuoso asunto, cual es recordar que el lunes falleció el periodista David Gistau. Y pocas veces se ve semejante nivel de calidad en una colección de homenajes como el que martes le dedicaron El Mundo y Abc, ambos por partida doble (Gallego y Rey, Idígoras y Pachi, Puebla, y JM Nieto). Una sentida colección que hizo más oximorónicamente atronador el silencio de un considerable sector de la profesión periodística.
A. Garner tiró del Correcaminos para reflejar que los presidentes de Galicia y País Vasco se apresuraron a convocar elecciones, mientras que Gallego y Rey dieron el protagonismo de su visión de esa decisión al tóxico desencadenante.
Nos había dado por imaginar la pedazo manifestación que le habrían montado a cualquier ministra que a estas alturas llevara diez muertas por violencia de género, siempre y cuando reuniera el indispensable requisito de ser de derechas, cuando leímos que la delegada Rosell se apuntó al neorregenerador código comunicativo de comparecer sin preguntas. ¡Cómo cambia la película de la oposición al gobierno!
Pero el monero Rictus se encargó de poner sentimiento desde México, un país sacudido esta semana por la inacción ante ese problema, con su cartón "Feminicidios" publicado en el diario El Financiero (enlazamos una clave interpretativa para quienes no sean muy aficionados a la geografía). Al día siguiente fue la venezolana residente en México Camdelafu (Camila de la Fuente) quien aportó una segunda versión del concepto.
En el Congreso se celebró el martes un muy miserable debate sobre la eutanasia donde se escuchó desde calificar al estado como máquina de matar a un demenciado ¡quieren que se joda Ramón Sampedro! Muy diversas visiones hubo también en el humor de prensa, en el que repasamos en primer lugar las viñetas de Tomás Serrano (que sufrió la ira de un necio tuitero que vomita cuando no entiende lo que ve [1]), Ricardo, Vergara, Javi Salado más Miki y Duarte.
Santy Gutiérrez hizo una ingeniosa explotación de la viral imagen de Ortega Smith jugando a exterminar yihadistas, Fer sacó a pasear a Franco por cuarta vez este año (se lo contamos, pero se la ahorramos), mientras que Sansón puso un poco de sensatez en su escenificación de que tan delicado asunto pide reflexivo equilibrio.
Cuanta mejor atención de la dependencia, seguramente menos eutanasia, cavilábamos en un apunte titulado ¿Quiere morirse Schumacher? que, finalmente, hemos decidido no publicar. Hay demasiada hormona suelta.
Completa este eutanásico bloque la vinculación del agrio debate con la agonía del pequeño comercio realizada por Faro y Da Col en Diari de Tarragona.
Pero el asunto que más espacio ha ocupado esta semana es el Covid-19, una enfermedad cuya mundial difusión inspiró al cubanomexicano Ángel Boligán una expresiva lectura geobillarística. En España las viñetas se centraron en la repercusión en el Mobile de Barcelona. El lunes A. Garner reflejaba cómo iban cayendo los asistentes en un dibujo que presentamos seguido de las visiones de La Tira y Afloja, y Sansón.
Poco antes de las nueve de la noche del miércoles llegó el anuncio de la cancelación. Ayer ya mostramos dos lecturas como acojonavirus, pero tampoco faltó una apelación a la teoría de la conspiración aportada por Ferreres.
Y notable nos ha parecido también la moreneta ironía que El Clavo se gastó en su viñeta de ayer.
Poco se habló, en cambio, del generoso techo de gasto que se concedió el gobierno en el consejo de Ministros del martes. Precisamente cuando las perspectivas económicas se hacen más preocupantes. Tendrá que esmerarse Calviño con sus excompañeros de Bruselas. Pero fueron esas declinantes expectativas las que propiciaron la presencia de los primeros humorísticos corazones que vimos esta semana: los de Pinto & Chinto en La Voz de Galicia del miércoles.
Ya el viernes, Miki y Duarte pusieron la flecha que echaban en falta los gallegos en su reseña del desamor surgido entre el podemismo anticapitalista andaluz y el que Teresa Rodríguez calificó de madrileño, universitario, masculino y de clase media. Solo le faltó añadir piscinero.
Pero Esteban no pasó por alto en su referencia a la formalmente amistosa separación una alusión a uno de los más visibles signos externos del patente aburguesamiento de la dirección de Podemos.
Luego vino el portazo del vicepresidente a las organizaciones agrarias, quizá porque padezca, como el ugetista Pepe Álvarez, de visiones de tarratenientes. Así que parece que Teresa también olvidó el adjetivo urbanita, un rasgo que nuevamente fue Esteban quien se encargó de apuntar en una viñeta publicada ayer en la presa andaluza (y hoy apuntala desde La Razón). Entre las propuestas de campestre labor que formularon Miki y Duarte, Fer e Idígoras y Pachi, nos parece que la última es la única que podría tener algún éxito. Completa el bloque la olivarera ironía de Ángel Idígoras en Sur.
Volvemos sobre la un tanto empalagosa celebración del viernes con las lecturas de Santy Gutiérrez y Malagón apoyadas en algunos modernos rasgos de la misma. Y aprovechamos para señalar que un tercio de las viñetas nacionales que vimos el viernes, que fueron más de cuarenta, incluían referencias a San Valentín.
Como muestra de las numerosas mascarillas que han poblado los sanvalentinescos dibujos de este año, nos hemos traído la del irlandés Graeme Keyes. Adicionalmente, en el apunte de ayer puede verse más humor foráneo sobre eso con el común denominador de estar basado en el popular poema Roses are red.
Entre los diversos vallados aparecidos en el humor hemos escogido el de Sansón, pero recopilamos algunos otros en nota al pie [2]. Y añadir que solo vimos a Vergara desmarcarse de esa escenografía con la adjunta trumpiana lectura.
El valenciano Ortifus se hizo eco de las informaciones sobre a qué dedicaba sus gestores desvelos el sinvergüenza de Eduardo Zaplana, nos ahorramos presuntismos porque acabaríamos por ganar una eventual demanda, mientras que Tomás Serrano lo hizo del patente trato de favor que los presos del procés reciben en el transferido sistema penitenciario catalán (quede constancia de que Fer ve todo lo contrario en el Punt Avui). Un asunto que ha llevado a la fiscalía a recurrir la semilibertad de Cuixart. Tendría su punto que la cosa acabara por provocar algún motín.
Lo inesperado de que haya superado a los dos grandes partidos tradicionales, el Fianna Fáil (FF) y el Fine Gael (FG), queda reforzado a la vista de la adjunta viñeta con la literaria visión de la carrera electoral que ese mismo dibujante hacía solo tan tres días antes.
Ayer ya veíamos diversas lecturas de la reestructuración del gobierno británico desencadenada por la dimisión del canciller de la Hacienda, Sajid Javid (otra explicación de los motivos), y hoy añadimos la versión de Dave Brown apoyada en otro famoso suceso ocurrido por San Valentín.
En la visión que aporta Morten Morland desde The Sunday Times es fácil no caer en que el papel que adjudica el dibujante a Johnson es el de paseador de canes, asumiendo que el 'señorito' es Dominic Cummings, el 'Iván Redondo' de por allí. Más claro deja Nick Newman un mensaje similar, pero en su caso personalizado en el nuevo canciller de la Hacienda, Rishi Sunak.
Recurrimos al belga Pierre Kroll para reseñar la marcha atrás del papa Francisco en cuanto a la anunciada ordenación de sacerdotes casados. Una medida cuya "prube piloto" iba a llevarse a cabo en la Amazonia.
Pasamos a la actualidad de Estados Unidos. Una hipotética nueva llamada de Trump al presidente ucraniano inspiró diversas viñetas, como la de Chappatte en Der Spiegel que preconizaba una vuelta a las chantajistas andadas. Pero más divertida nos parece la ironía de Mike Luckovich sobre el desplome de la candidatura de Joe Biden.
Ingram Pinn recordó en Financial Times que Michael Bloomberg, que ya lleva invertidos 300 millones de dólares en su campaña, aún está pendiente de incorporarse formalmente a la carrera para la nominación demócrata. Y tremenda perversión de la democracia que haya que preguntarse si hoy en día está al alcance de quienes no son millonarios llegar a presidente de EE. UU.
Con esa preocupante reflexión despedimos esta colección que de nos ha ido a 61 viñetas, más 6 en notas al pie, que recoge trabajos de 28 firmas de la prensa nacional, humoristas son alguno más, y 15 de la extranjera.
[1] Ya lo decía ayer JL Martín en La Vanguardia
[2] Las verjas de La Tira y Afloja, Mel, Manel Fontdevila y Miki y Duarte
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