Casi un mes antes que en 2022 ha hecho pública este año la Real Academia la actualización del Diccionario de la lengua española (DLE). La presentación de la versión 23.7 cifra en 4.381 las novedades, aunque la muestra publicada se limita a recoger 339, repartidas entre 235 adiciones (74 de artículos, 64 de acepciones, 41 de formas complejas y 56 de etimologías) y 104 enmiendas (83 de acepciones y 21 de etimologías). Pero casi todos los comentarios de la prensa se centran en la veintena de palabras y la docena de formas complejas recogidas en la nota de presentación anteriormente enlazada. Esperamos no tardar en publicar el monográfico que la cuestión merece, como ya hicimos el año pasado con la actualización 23.6.
Lo que es en las secciones de humor tan solo hemos visto a Miki y Duarte ocuparse el miércoles de las novedades, mientras que Manel Fontdevila dedicó su viñeta del día siguiente a reivindicar la diccionarización de "gustafrutismo". Buen momento para hacer uso de la utilísima incoporación de sinónimos que ha hecho el Diccionario: Barrenillo: 3. m. coloq. Cuba. Idea fija, preocupación obsesiva.
El diccionario Merriam-Webster ha abierto la temporada de palabras del año [1] con su elección de 'authentic' basada en el descollante aumento de consultas de su significado impulsado por la emergente presencia de la inteligencia artificial y el incesante debate sobre las redes sociales. Y como Fundéu no se apure, el requisito de haber sido tratada en alguno de sus artículos del año puede dejar fuera de su relación de finalistas 2023 a nuestras dos candidatas nacionales: amnistía y el anglicismo lawfare. Precisamente sobre la segunda trató el martes Jesús-María Silva Sánchez en la Tercera de Abc El neolenguaje de la «judicialización de la política».
En cuanto las recomendaciones de esta semana de la lingüística fundación, vamos a destacar la formulación de alternativas para la expresión inglesa load management. Nos parece muy preferible la opción rotaciones al artificioso descanso de las estrellas que deja fuera de esa necesaria dosificación de esfuerzos, otra opción, a los jugadores de menor relumbrón que también acumulan muchos minutos de juego.
Al igual que venimos haciendo ya hace unas cuantas semanas, adjuntamos como anexo el contenido íntegro de La Punta de la lengua de Álex Grijelmo, titulada en esta ocasión Catalanismos mediáticos, que está protegida por la barrera de pago de El País. No podemos dejar de apuntar la sensación de que la incorrecta concordancia con el complemento del uso impersonal del verbo haber se está extendiendo bastante entre hablantes no catalanes.
Lo cierto es que la calidad del lenguaje de numerosos personajes públicos es sonrojante. El reciente uso de soeces como sustantivo, por duplicado para dejar patente que no es un lapsus, por parte de la ministra de Educación y portavoz del gobierno Pilar Alegría invita a recordar su "se producieron" de hace un año o la "jurisdiprudencia", también por duplicado para disipar dudas, del pasado mes de enero.
Tampoco ha estado muy lucido el nuevo ministro de Cultura Ernest Urtasun que en su décimo tuit en ejercicio del cargo, rectificado tres cuartos de hora después, cifró en 50 años la duración de un lustro.A poco nos ha sabido el bastante breve Rinconte El amor lusitano de Carmen de Burgos que Macarena Cuiñas Gómez ha dedicado a la escritora almeriense que pasa por ser la primera mujer que ejerció el periodismo de forma profesional en España. También está considerada la primera corresponsal de guerra, función que ejerció en 1909 en la Guerra de Melilla que desencadenó la Semana Trágica.
Volvemos a lenguaje de humor con JM Nieto, que ayer contrapuso a verificador el neológico mentirificador. Algo debía olerse Sánchez cuando esta semana ha estado promocionando la impostada alternativa acompañante. Pero anda que no hay palabras con esa terminación para oponer.
Álvaro se convertía el pasado domingo en el 18º humorista presente en el apunte Las líneas rojas en el humor gráfico español de 2023. Pero esta nueva conversión en alfombra roja nos da pie a comentar que línea roja es una de las formas complejas que acaba de ingresar en el Diccionario ( f. Límite teórico que no se debe o no resulta admisible sobrepasar).
El propio miércoles Sherlock Holmes y su inseparable Watson comparecían en la tira de Idígoras en Sur que daba cuenta de la inauguración en Málaga del GSEC (Google Safety Engineering Center), primer centro de ciberseguridad de la compañía en España y el más importante de Europa (hay otros en Dublín y Munich). Un curioso detalle es que ocupa el edificio del antiguo gobierno militar.
Los populares viajes del Imserso propician un curioso giro argumental en la versión del cuento de Caperucita que hoy ha llevado Davila a su tira del Faro de Vigo. Sigue la versión del Flautista de Hamelín publicada el domingo pasado por Iñaki Cerrajería en la edición alavesa de El Correo.
Concluimos con la tira de Rictus sobe la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que se clausura mañana.
[1] El humorista australiano Andrew Marlton, que colabora en The Guardian con el seudónimo de First Dog on the Moon, publicaba ayer en ese diario su lista de palabras favoritas, pero no restringidas a este año. Bastante despistado le vemos sobre el origen de schadenfreude, voz alemana que tiene entrada propia en este blog.
Anexo
Catalanismos mediáticos
por Álex Grijelmo (El País, 26/11/23)
Se extienden en los medios de comunicación algunos modos particulares del castellano que se habla en Cataluña
Los medios informativos que se dirigen a toda España cuentan con destacados periodistas y colaboradores catalanes. Su talento personal se une a la potencia de Cataluña en todos los ámbitos, que favorece una gran presencia de redactores o corresponsales que residen allí.
Esto ha contribuido a que proliferen en esos medios ciertos modos particulares del castellano que se habla en Cataluña. Veamos algunas de esas expresiones.
a la que. “A la que se dio cuenta, rectificó”. Se usa por “en cuanto” y “al” (“al darse cuenta”). Aunque presente en el castellano popular entre catalanes, las academias la consideran ajena a un registro de lengua culta; el que se le supone al estilo periodístico.
avanzar. Sustituye a veces a “adelantar” (pasar delante de alguien). Y desplaza a “anticipar”. “Como avanzó la Cadena SER…”, “le avanzó la propuesta”. En un castellano más preciso, en vez de “la noticia fue avanzada por la SER” se diría “fue anticipada”.
explicar. El castellano distingue entre “contar” y “explicar”, pero no el catalán común. Contar un chiste es una cosa (relatarlo); y explicarlo, otra (decir por qué es chistoso). Algunos no ven esas diferencias.
habían, hubieron. Entre buenos periodistas apenas se usa, pero se les oye de vez en cuando a otros. (“Habían muchas personas”). En castellano, “habían” –en plural– sólo se usa como auxiliar (“habían venido”), no como impersonal. Aquí se toma equivocadamente el complemento como sujeto.
hacer. Este verbo muestra una presencia estadística muy superior entre catalanes bilingües, frente a la mayor variedad en el resto de los hispanohablantes: “Hacen una película” (la proyectan, la ponen), “hizo un error” (lo cometió), “hoy hago vacaciones” (me las tomo, me voy de), “hizo podio” (subió a él), “vamos a hacer una canción” (vamos a interpretarla).
ir y venir. “Dentro de un rato vengo a Madrid” (desde Barcelona). La confusión entre estos dos verbos se oye en la radio a catalanohablantes entrevistados en castellano, no tanto a los buenos periodistas.
la mayoría de (sin artículo). Una auténtica plaga del periodismo actual. “El resto de votantes”, “el 15% de españoles”, “la mayoría de escritores”. El Diccionario de dudas y dificultades (1995) de Manuel Seco advierte: “Es propio del castellano hablado por catalanes omitir el artículo del complemento que sigue a ‘la mayoría’, ‘la mayor parte’, ‘la mayor cantidad’ (...) u otras expresiones semejantes. El uso de los catalanohablantes se ha difundido también entre algunos que no lo son. (...) El uso normal castellano sería ‘la mayoría de los’, ‘el resto de los’…”.
más bueno. La expresión catalana més bo equivale por lo general al comparativo castellano “mejor”. “Aquest jugador és més bo que l’altre” (este jugador es mejor que el otro). Pero se oye con frecuencia “más bueno”, fruto de la traducción literal.
media parte. (“A la media parte se llegó con empate”). En catalán se dice “van marxar a la mitja part” (se fueron en el descanso), pero en castellano eso significaría irse a la mitad de una de las dos partes.
tampoco no. “Tampoco no ha viajado con el equipo el presidente Joan Laporta”. Ese uso de “no” es superfluo en castellano cuando “tampoco” va antepuesto al verbo. Sí se dice “no ha viajado tampoco”.
Estas expresiones le sonarán extrañas o confusas a parte del público castellanohablante monolingüe. Supongo que otro tanto le sucede a la audiencia catalana con locutores que hablan en catalán pero tienen el castellano como primera lengua, lo cual les inducirá a incluir a su vez castellanismos. Sólo imagino una diferencia: que en estos casos, alguien les avisa.
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