domingo, 28 de abril de 2024

La semana en viñetas 17/2024 (2ª parte)

 

En la primera parte de este recorrido semanal publicada el jueves tan solo recogimos las viñetas de esa jornada relacionadas con la carta de Pedro Sánchez, pero excluimos la colateral referencia de JM Nieto a la reactivación de las investigaciones del espionaje telefónico con el programa Pegasus que algunas teorías relacionan con esta inaudita crisis. Oportuno comienzo, por tanto, para esta segunda parte. 

No pasó por alto Puebla el gañán comportamiento del presidente del gobierno en la puerta de la Universidad de Alcalá para recibir al rey en el acto de entrega del Premio Cervantes a Luis Mateo Díez (enlace vídeo). Hay quien ha recordado que ese innato esmero enla conducta le sale incluso con su gran amor. Aprovechamos para reunir en la nota al pie [1] el humor inspirado por el gesto de Rubiales evocado por el dibujante de Abc.

El batacazo de Podemos en las elecciones vascas, solo algo menor que el de Sumar que ha sumido en el silencio a su habitualmente locuaz lideresa, todavía coleaba en las viñetas de Antón y Ricardo. Asier y Javier hacían balance electoral en términos de estados de la materia política y JL Martín ironizaba en La Vanguardia en el cesarista feudo político de Puigdemont en que ha degenerado Junts.

Javi Salado y Neto (El Comercio de Gijón) dieron cuenta, con coincidente apoyo en ese maravilloso disco que es Mediterráneo, de la concesión a Joan Manuel Serrat del Premio Princesa de Asturias de las Artes. Napi optaba por postular una solución para evitar polémicas como la suscitada por el gol fantasma del Barça, una controversia que ya había inspirado previamente dos viñetas de Marselle, particularmente mordaz la protagonizada por Laporta.


García Morán se ocupaba el viernes de un escándalo poco aireado en la prensa, la lamentable imagen de España entre los inversores intrenacionales por el impago de las primas de las renovables que ya ha derivado en el embargo de algunos bienes del estado español en el extranjero. Completamos la brevísima reseña de hoy del humor del viernes, acaparado por el show de Pedro Sánchez monográficamente tratado en el segundo apunte de ayer que incluye 30 viñetas del viernes (el 80% de las que coleccionamos ese día), con el comienzo de la campaña de las elecciones catalanas, que se presenta muy amable, señaldo por Ermengol


El propio dibujante del diario leridano La Mañana encabeza nuestra sabatina reseña con su  oportunamente coloreada relación de candidatos. Sigue una bastante extemporánea pieza de Ferreres sobre la pederastia en la Iglesia, pero este es uno de los temas que le pone, la visión de Javi Salado sobre el nombramiento de Rocha como presidente de la RFEF y la oportuna adaptación de J. Morgan del meme de la isla solitaria a la  extensión de los alquileres vacacionales. En el apunte Nos ha escrito Pedro Sánchez encontrarán 23 viñetas más del sábado.


De las 22 viñetas que hoy hemos añadido el monográfico Nos ha escrito Pedro Sánchez nos traemos un primer bloque con el debut de Miguel Bernad, el fundador de Manos Limpias, por cortesía de Ferreres, la visión de Sansón de la manifestación de Ferraz y la oportuna especulación de Miki yDuarte


Completamos este extracto de la entrega de hoy del gran tema de la semana con la viñeta de Ricardo  que recrea la penúltima portada de la revista  ¡HOLA! (que se distribuye los domingos con El Mundo) y el recordatorio de Álvaro de que están a tiempo de participar en alguna porra, por más que la improbabilísima dimisión de Sánchez sea lo único que les permitiría ganar algún dinerillo. Como complemento, adjuntamos como anexo el recomendable artículo Desde la perplejidad que hoy publica el catedrático de Ciencia Política Fernando Vallespín en El País.


Una vez que uno de los agravios más esgrimidos (absolutamente dominante, por ejmplo, en el inventario de de Newtral) es el bulo sobre el sexo de Begoña Gómez nos parece interesante ilustrar con una viñeta de Coco publicada en Charlie Hebdo (nº 1652, 20 de marzo) cómo se las gasta el humor francés con la similar maldad practicada en Francia con Brigitte Macron. 

Tenemos una particular afición a las viñetas que recrean portadas de prensa, como es el caso de la que la propia Coco publicó el lunes en el diario Libération, así que ahí va con una imagen de la lepenesca la fuente. 


En atención a unos lectores de estas croniquillas, también nos traemos dos muestras del humor suscitado por la caída del aspa del emblemático Moulin Rouge, dibujos del francés Chaunu y al suizo Alex Ballaman. Sigue la visión de Laurent Salles de la saturación turística de Venecia que ahora trata de aliviarse con una, con toda probabilidad, poco eficaz tasa de entrada de 5 euros. 


Tanto el humor británico como el belga se hacían eco esta semana de la preocupación con el consumo de alcohol a temprana edad. Dibujos de Matt, Guy Venables y Pierre Kroll Tu padre y yo hemos encontrado un mechero en tu ropa! ¡Espero que no fumes! / ¡Tranquila!, esa basura ni la toco) que anticipan que pronto veremos hablar por aquí de este problema.

 

Las protestas estudiantiles contra la guerra de Israel en Gaza que se han extendido por las universidades de Estados Unidos, pero han sido particularmente significativas en la de Columbia, han suscitado dibujos como los de Ramirez y Bill Bramhall que contraponemos con la visión del asunto del jordanopalestino Emad Hajjaj que enseña las vergüenzas del régimende Hamás en su desquiciado intento de extrapolar las brutales prácticas que se ven en Palestina. 


No estamos muy al corriente del estado de las relaciones de Australia con los países enfrentados en Oriente Próximo, pero nos ha gustado la síntesis histórica de David Pope de ¿¡cómo hemos acabado aquí otra vez!?

Steve Greenberg apoyaba en el meme que tratamos en  Confrontaciones entre ángeles y demonios sobre los hombros (1ª parte) su viñeta del miércoles en Arizona Daily Star sobre el acuerdo para aprobara una nueva ayuda militar a Ucrania propiciado por el speaker republicano Michael Johnson desoyendo a la extrema derecha de su partido liderada por Marjorie Taylor Greene.

El humor británico no cesa de dar por acabado a Rishi Sunak. Dave Brown apoyó su viñeta del viernes en el "dilema del tranvía" que habíamos visto por última vez en la viñeta de la australiana Cathy Wilcox en The Sydney Morning Herald del 31/8/22 que adaptaba la representación gráfica más habitual de ese ejercico moral en una expresiva viñeta sobre el conflicto que vivían los ferrocarriles de Nueva Gales del Sur (NSW). También vamos a recordar el dibujo de Tom Gauld de enero de 2021 en la revista New Scientist. con una surrealista versión del esquema que se toma la licencia Mucho Dalí en esa viñeta, aunque con alguna licencia como cambiar la especie del animal en llamas representado por Dalí, cuyo ejemplo más célebre es La jirafa en llamas.


Completamos esta colección de 42 viñetas, más 8 en nota al pie, que complementan las 45 de la primera parte y las 75 del monográfico de ayer sobre el tema de la semana, con la visión de Marian Kamensky de la inquietante espiral de conflictos en curso. 







[1] Puebla ya había caricaturizado el 27 de septiembre a otro político, el ministro Óscar Puente (el groupie; que menuda pulla le larga a Zapatero en el vídeo enlazado), interpretando el testicular gesto del presidente de la RFEF con motivo de su zafia intervención en la sesión de investitura de Feijóo. El zafio apretón ya había aparecido previamente en viñetas de Ferreres, Marselle, Kap, Mortiner, el propio Puebla, Ricardo y Pachi Idígoras





Anexo 

Fernando Vallespín (El País, 28/4/24)

Tanto si sigue como si renuncia al cargo, Sánchez está obligado a institucionalizar su gesto. La salida más digna para seguir en el cargo sería la moción de confianza


En estos momentos de política posverdad hay dos reacciones habituales ante las proclamas políticas: que nadie se crea nada o que tendamos a creer exclusivamente las de nuestra tribu o facción. Es decir, nos movemos entre el escepticismo radical y la entrega total a los enmarques y visiones que nos ofrecen los nuestros. Ni una ni otra actitud parece adecuada para sostener una cultura cívica madura, pero es a donde hemos llegado. Huérfanos de deliberación pública y de respeto por los adversarios, todo se reduce al final a un esfuerzo por racionalizar la posición propia y demonizar la del contrincante. Se echa en falta un escepticismo a lo Montaigne, la voluntad de acceder a una opinión autónoma, aunque sigamos manteniendo las dudas, ese “a mí me parece” al que aludía el escritor francés. Así me encuentro yo en el caso de la tan traída y llevada carta del presidente Sánchez. Lo que sigue no son, pues, más que algunos impromptus.

Uno. No voy a entrar en los motivos detrás del gesto, porque los ignoro, lo único cierto es la inmensa capacidad de Sánchez para sorprender y para no quedarse quieto, ese rasgo que Ortega atribuía al político arquetípico, “la inercia de su torrencial activismo”. En este caso se traduce en la mutación de un político frío en otro “sentimental”. No encuentro razones para asegurar que sea impostado. Pero sí para lamentar que no hubiera aprovechado la ocasión para distinguir entre la divergencia política legítima y la máquina de picar carne en que se ha convertido nuestra política. Porque igual que existe un linchamiento institucionalizado, y no solo desde un lado, se ejerce también la crítica sensata. Fundir ambas prácticas en una sola forma de ejercer la oposición equivale de hecho a deslegitimar toda discrepancia. No se trata de poner la otra mejilla, sino de llamar la atención sobre esta funesta deriva en la que ha entrado nuestra política. No hacerlo significa profundizar en la trinchera que separa ambos bloques.

Dos. Tanto si sigue como si renuncia al cargo, está obligado a institucionalizar su gesto. Esta atípica forma de comunicarse un presidente del Gobierno con los ciudadanos encaja como un guante en la práctica populista de eliminar toda mediación entre líder y pueblo. Pero en un sistema parlamentario no se elige al jefe del Ejecutivo de forma directa, lo elige el Parlamento, y es ante él donde hay que rendir cuentas (además de ante su propio partido, claro). Este sistema de mediaciones no se puede obviar. Si optara por la renuncia es ahí donde habría que ofrecer explicaciones. Y, dado lo insólito de esta situación que ha provocado, la salida más digna para seguir en el cargo sería la moción de confianza. En ambos casos tendría una ocasión solemne para convertir su supuesta condición de víctima en algo constructivo, abogar por otra política, más alejada de la confrontación pura y dura, en vez de aprovecharla para buscar la aclamación entre los suyos, que es donde estamos.

Y tres. Ojo con disparar a los jueces y a los medios no afines como un todo. Sembrar una especie de desconfianza sistémica en los mecanismos de control es el camino más rápido para subvertir los pilares liberales de cualquier sistema democrático. Sánchez encontró vía libre para su moción de censura a partir de una sentencia judicial, y ahora coquetea con el lawfare; el PP comenzó deslegitimando el Gobierno que salió de ella previa crítica visceral al juez que dictó dicha sentencia. Y sigue sin cumplir su obligación de renovar el CGPJ. Pueden criticarse sentencias puntuales, y todos lo hacemos, pero si nuestros dos grandes partidos solo tienden a aceptar los actos judiciales que les benefician lo llevamos claro.



También nos parece muy recomendable lectura el artículo que la vallisoletana Miriam González Durántez, esposa del político británico Nick Clegg, ha publicado en Finacial Times (libremente accesible): Sánchez case shows Spain’s ethics code vacuum leaves everyone exposed.





No hay comentarios:

Publicar un comentario