Álex Grijelmo publicó el pasado domingo en El País un breve Diccionario pandórico. Ocho entradas en las que nos ha sorprendido encontrar la afirmación de que offshore (off shore) es, literalmente, “fuera de la playa”. Eso para añadir, acto seguido, y ya en correcta traducción, que shoreline es “línea de costa”.
Interesante resulta la explicación de que el nombre “paraísos fiscales” procede de un error de traducción derivado de la confusión francesa del original tax haven (refugio fiscal) con tax heaven (paraíso fiscal).
Pero lo que nos ha parecido más llamativo es que se desvíe del relato mitológico tradicional, para convertir a Epimeteo, el marido de Pandora, en el imprudente curioso que permitió salir a todos los males encerrados en la tinaja (pithos) que llamamos “caja de Pandora”.
Tampoco resulta demasiado riguroso despachar al citado Epimeteo como un “retrasado”, sin más explicación, cuando ese nombre hace referencia a que, a diferencia de su hermano Prometeo, que podía ver el futuro, el veía con retraso cosas que ya habían acontecido. No sería una lumbrera, aunque lo que más bien tiene es fama de poco precavido (con fatales consecuencias de su falta de reserva de un rasgo positivo para la Humanidad), pero lo cierto es que hay retrasos, y retrasos.
Una vez que el sábado pasado ya insertamos algunas prerrafaelitas versiones del mito de Pandora, esta vez nos hemos traído la única portada que tenemos registrada con una referencia a la famosa "caja". El número del 2 de octubre de 2020 de la edición británica del agregador de noticias The Week, que la llevó a su portada, junto con una evocación de 'El Grito' de Munch, para ilustrar el postelectoral caos que entonces ya se anunciaba en Estados Unidos.
Pasamos al Cervantes Virtual, donde Elisabet Llopart Saumell se ocupó en el Martes Neológico de gel hidroalcohólico. Una de las más significativas incorporaciones al lenguaje derivadas de la pandemia. Ingrese o no en el diccionario, lo que deseamos es no tener que seguir utilizándolo.
Entre los Rinconetes de esta semana vamos a destacar, en primer lugar, Diccionario del cine español, 1950-1990 (4). El cochecito (1960), de Marco Ferreri de Carlos Losilla. Gran película es la comentada.
En cuanto a Páginas teatrales (42). Las memorias virtuales de Elvira Quintillá, de Alba Gómez García, nos invita a volver a llamar la atención sobre la cicatería de esa sección en cuanto al apoyo de los artículos con imágenes. Desde aquí aportamos una que sirve para recordar, además, la breve carrera como cantante de la actriz glosada.
Antes de abandonar el Cervantes Virtual no podemos dejar de mencionar que ya está disponible el muy ilustrativo anuario «El español: una lengua viva» (2021).
Vamos ahora con Lola Pons, que trató en sus sección de la Cadena Ser sobre los Condicionales. Una intervención más breve de lo habitual que culmina con un fragmento de Divagación de la escritora cubana Dulce María Loynaz (1902 - 1997).
Y "Un río de Colombia, un pueblo de Sevilla" tituló la catedrática sevillana su artículo en El País del jueves que reivindica seguir festejando la cultura común generada del contacto entre Europa y América. Una pincelada de sensatez ante demasiada ruidosa majadería (el apunte del miércoles ofrece una bastante completa panorámica gráfica de cómo andan las "sensibilidades").
Fundéu comenzó la semana con una invitación a evitar el abuso del verbo tumbar aplicado a leyes, recursos, proyectos, argumentos, etc. Una ley puede ser rechazada, derogada, abolida, anulada o vetada, mientras que los recursos legales pueden ser desoídos o rechazados, y los argumentos descartados, refutados, desestimados…
El martes recordaron que las expresiones adecuadas son la más mínima duda o la menor duda, pero no la unión de ambas: la más menor duda.
Siguió la recomendación de utilizar encararse con, mejor que encararse a, puesto que ese verbo, usado con el sentido de ‘colocarse frente a otro en actitud violenta o agresiva’, se construye con un complemento encabezado por la preposición con, no a ni contra.
El jueves recordaron las diferencias entre bimensual, bimestral, bienal y bianual.Y verdaderamente llamativo es el frecuente mal uso que tantos hacen, entre ellos no pocos periodistas, de bimensual y bianual.
Ayer, con motivo de la celebración de mañana del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, dieron su visto bueno al sustantivo aporofobia, no aporafobia, acuñado por la filósofa Adela Cortina para hacer referencia al odio o miedo al pobre. Una de las pocas palabras que no solo tiene una creadora conocida, sino hasta acta de presentación en sociedad, realizada desde una columna del diario El País publicada el 7 de marzo de 2000.
Volvemos al humor con Padylla, que se hizo eco del nombre propuesto por el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) para el surgido en La Palma: Tajogaite, un topónimo "típicamente guanche" que identifica un paraje próximo al lugar por donde comenzó a fluir la lava.
Bastante más de un año llevamos sin añadir productos a la relación recogida en "El catálogo humorístico de Ikea". Y como puede verse el "Kagüenlaosfrrgbrrargh" de Andrés Faro no llega a concretarse en un diseño comercializable. Debajo, un paronímico juego de César Oroz, que se nos hace forzadillo, seguido de otro de similar naturaleza aplicado a la fiscalía por Pepe Farruqo desde El Taquígrafo.
En el propio diario El País, Max lleva hoy a su Trampantojo una conversación entre Dante y Virgilio sobre los Premios Nobel.
Vamos ya con la Caperucita de JL Martín, que acompañamos con el boceto que el autor tuvo el detalle de tuitear, que da inicio a la muy breve sección literaria de hoy.
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